Nuestra primera debilidad es el desconocimiento de nuestra historia y la ausencia de un sentido de pertenencia. Han fallado los políticos, el gobierno y las instituciones educativas.
Las administraciones gubernamentales no tienen verdaderas políticas culturas. La cultura sigue siendo la cenicienta de los presupuestos.
No existe un proyecto de construcción de región que convoque a todos los caqueteños y caqueteñas.
Los medios de comunicación poco promueven la cultura local y regional.